Son muchas y amplias las implicancias para la vida económica moderna. La economía asociativa coloca a los seres humanos en el centro de todos los procesos económicos. Nuestra capacidad de ser libres y responsables significa que podemos hacer consciente, lo que de lo contrario queda librado al trabajo invisible de las fuerzas del mercado. Por ello tenemos la capacidad de regular nuestra propia conducta sin recurrir a factores externos.